Eficiencia Energética en el Sector Lácteo Mexicano

La industria de productos lácteos es la tercera actividad mas importante dentro de la rama de la industria alimentaria de México, y depende la de la disponibilidad de la leche nacional su crecimiento.

Según cifras del Servicio de Información Estadística Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la SAGARPA, la producción nacional ha tenido una tasa media de crecimiento en los últimos diez años de aproximadamente un 1.3%.

Se producen mas de 10.000 millones de litros de leche al año, pero a pesar de este crecimiento, solo se consigue cubrir alrededor del 80% del consumo nacional.

En México, la producción lechera se desarrolla en todo el territorio de la República, pero se concentra sobre todo en cuatro estados: Jalisco, Coahuila, Durango y Chihuahua. Es importante señalar que los estados de Coahuila y Durango se encuentran situados en la Región Lagunera, que es la cuenca lechera mas importante del país, y que ocupa el primer lugar en producción a nivel nacional.

La participación de producción de leche de los estados mexicanos queda distribuida de la siguiente manera:

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Los productos lácteos como son los quesos y los yogurts, así como las leches industrializadas, ocupan los primeros lugares de comercialización, manifestando una tendencia hacia el abastecimiento de las zonas urbanas, ya que estas poseen vías de comunicación accesibles y concentran grupos con niveles de ingreso mas altos.

Debido a la gran importancia de este sector en el país,  VEA Global, integrante del consorcio CETEA, ha llevado a cabo un estudio en cooperación con FIRA (Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura) y con el Ministerio de Economía y Competitividad de España para fomentar la productividad del sector lechero mexicano.

Este estudio se centró en a identificación de potencial de ahorro de las empresas llevando a cabo actuaciones que reduzcan los consumos energéticos de las mismas. Una forma de reducir los costes energéticos es mediante la implantación de sistemas de autogeneración energética, a partir de la integración de energías renovables, o sistemas eficientes de energía (cogeneración, biodigestión anaerobia, integración de energía solar térmica o solar fotovoltaica).

El potencial de ahorro energético que se identificó en las 8 empresas pilotos es del 18Gwh/año, que puede redundar directamente en la disminución de costes de producción de casi 26 millones de pesos de la mejora de la productividad. Estos resultados extrapolados a todo el sector mexicano puede proporcionar resultados muy esperanzadores para muchos de los pequeños y medianos productores.

Los retornos medios de las inversiones que se propusieron en el estudio, siempre fueron inferiores a 5 años, lo que vislumbra una gran mejora del sector en unos pocos años si se comienza con la aplicación masiva de medidas de eficiencia energética.